lunes, 12 de agosto de 2019

2 REYES. CAPÍTULO 13.

Joacaz de Israel (813-797)

131Joacaz, hijo de Jehú, subió al trono de Israel en Samaría el año veintitrés del reinado de Joás de Judá, hijo de Ocozías. Reinó diecisiete años. 2Hizo lo que el Señor reprueba: repitió a la letra los pecados que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo cometer a Israel. 3El Señor se encolerizó contra Israel y lo entregó, durante todo aquel tiempo, en poder de Jazael de Siria y de Benadad, hijo de Jazael. 4Joacaz imploró al Señor, y el Señor lo escuchó, al ver cómo el rey de Siria oprimía a Israel. 5El Señor dio a Israel un salvador, que lo libró de la dominación siria, y los israelitas pudieron habitar sus casas como antes. 6Pero no se apartaron de los pecados que la dinastía de Jeroboán había hecho cometer a Israel. Incluso la estela siguió en pie en Samaría. 7Por eso el Señor no le dejó a Joacaz más que cincuenta jinetes, diez carros y diez mil soldados de infantería; el rey de Siria los había destrozado y reducido a polvo de la trilla.
8Para más datos sobre Joacaz y sus hazañas militares, véanse los Anales del Reino de Israel.
9Joacaz murió, y lo enterraron con sus antepasados en Samaría. Su hijo Joás le sucedió en el trono.

Joás de Israel (797-782)

10Joás, hijo de Joacaz, subió al trono de Israel en Samaría el año treinta y siete del reinado de Joás de Judá. Reinó dieciséis años. 11Hizo lo que el Señor reprueba. Repitió a la letra los pecados que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo cometer a Israel; imitó su conducta.
12Para más datos sobre Joás y sus hazañas militares contra Amasías de Judá, véanse los Anales del Reino de Israel.
13Joás murió, y Jeroboán le sucedió en el trono. A Joás lo enterraron en Samaría con los reyes de Israel.

Muerte de Eliseo

14Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, Joás de Israel bajó a visitarlo y se echó sobre él llorando y repitiendo:
-¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel!
15Eliseo le dijo:
-Agarra un arco y unas flechas.
16Agarró un arco y unas flechas y Eliseo le mandó:
-Empuña el arco.
Lo empuñó, y Eliseo puso sus manos sobre las manos del rey 17y ordenó:
-Abre la ventana que da a levante.
Joás la abrió, y Eliseo dijo:
-¡Dispara!
Él disparó, y comentó Eliseo:
-¡Flecha victoriosa del Señor, flecha victoriosa contra Siria! Derrotarás a Siria en Afec* hasta aniquilarla.
18Luego ordenó:
-Agarra las flechas.
El rey las agarró, y Eliseo le dijo:
-Golpea el suelo.
19Él lo golpeó tres veces y se deruvo. Entonces el profeta se le enfadó:
-Si hubieras golpeado cinco o seis veces, derrotarías a Siria hasta aniquilarla; pero así sólo la derrotarás tres veces.
20Eliseo murió, y lo enterraron.
Las guerrillas de Moab hacían incursiones por el país todos los años. 21Una vez, mientras estaban unos enterrando a un muerto, al ver las bandas de guerrilleros echaron el cadáver en la tumba de Eliseo y marcharon, y al tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió y se puso en pie.
22Jazael, rey de Siria, había oprimido a Israel durante todo el reinado de Joacaz. 23Pero el Señor se apiadó y tuvo  misericordia de ellos; se volvió hacia ellos, por el pacto que había hecho con Abrahán, Isaac y Jacob, y no quiso exterminarlos ni los ha arrojado de su presencia hasta ahora.
24Jazael de Siria murió, y su hijo Benadad le sucedió en el trono. 25Entonces Joás, hijo de Joacaz, recuperó del poder de Benadad, hijo de Jazael, las ciudades que Jazael había arrebatado por las armas a su padre, Joacaz. Joás le derrotó tres veces, y así recuperó las ciudades de Israel.

Explicación.

13,1-6 Por el esquema narrativo (quizá añadiendo los vv. 22-23) y por varias fórmulas, parece que estamos leyendo un capítulo del libro de los Jueces. El esquema era allí: pecado-castigo-súplica-liberación. Aquí el pecado es el de Jeroboán, el castigo viene por mano de dos reyes de Siria, Jazael y Benadad, la súplica la pronuncia el rey en nombre y en favor de todo el pueblo, la liberación sucede por un salvador cuyo nombre no se pronuncia.

13,1 Jue 2,11-23.

13,5 A la letra "sus tiendas", expresión frecuente que recuerda la antigua vida nómada de Israel, y que los recabitas tomaban a la letra. El estilo es tan de fórmulas, que es aventurado conjeturar.

13,14-19 Eliseo tenía que ser muy viejo en esa época. Los círculos proféticos han conservado un último episodio de sus relaciones con la monarquía, y son bastantes amistosas. Eliseo, antes de morir recibe el título que él dio a su maestro cuando era arrebatado al cielo. La mano del profeta sobre la mano del rey es el contacto que transmite poder (como transmitió vida al niño muerto).

13,14  2 Re 2,12

13,17 * = El Cerco.

13,20-21 El sepulcro del profeta se hizo famoso, y la leyenda recuerda que hasta en muerte dio vida con su contacto (Eclo 48,14).

13,22-25 La narración reúne las muerte de Eliseo, de Joacaz y de Jazael. Los éxitos militares de Joás se explican por el oráculo in articulo mortis de Eliseo y por un acto de gracia del Señor, Israel sigue siendo heredero de las promesas patriarcales, aunque se haya separado de Judá y aunque herede el pecado de Jeroboán. El Señor se apiada de su pueblo, no de la monarquía; es distinta la actitud respecto a la dinastía del sur, por la promesa davídica. En ambos casos, la misericordia del Señor es la última instancia.

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